Cosas que no me gustaría olvidar (I)

Cuando te pones a buscar algo, siempre aparecen cosas que jamas pensaste volver a encontrar, y este es el caso de lo que encontré el otro día entre carteles, pegatinas y recuerdos que te niegas a tirar a la basura, porque tienen un significado especial de un momento de tu vida.

Las invitaciones que ven son de una de las primeras producciones en Madrid que realizamos desde Dream media. Fué en la desaparecida discoteca KU en la calle princesa de Madrid donde se realizó la noche de Gran Canaria o mejor dicho «Gran Canaria de Carnaval» que fué el nombre con el que se bautizó el evento en cuestión.

Pero me gustaría repasar como se llegó a fraguar y producir este evento en plena feria de fitur en el año 1996, ya que mi memoria empieza a ser débil y no me gustaría olvidar todos los entresijos de esta producción.

Por el año 1995 comenzó nuestra participación en los carnavales de Las Palmas de Gran Canaria, bautizados como los de la renovación tras la polémica suscitada el año anterior en la gala con Francis Montesinos, Ramoncín y resto de artistas en la playa de las canteras. Con el escenario de Alberto Trujillo y la escenografía de Francis y Geni el carnaval del cine, el espectáculo de laser de Ralph con la música de Vangelis, la ciudad descubrió un nuevo estilo de galas y producción el cual llega a nuestros días con casi la misma estructura diseñada por aquel 1995. Pero eso es otra historia que espero narrar en otro arranque de «memorias del abuelo».

Conociendo los entresijos del carnaval, a los grupos y sus representantes no entendía como no se promocionaba en el exterior como ya hacia el Carnaval de Santa Cruz y el Gobierno de Canarias. Pues me puse manos a la obra, primero fue tratar con el patronato de turismo que en aquella época dirigía Pilar Lopez, el cual aportó 500.000 pesetas y unos billetes con alojamiento para sortearlos durante la fiesta, pero con el peaje de pagar una cantidad al relaciones publicas Alejandro Morales por un no se que que aun no llego a entender. Tras el apoyo del patronato el siguiente paso fue tratar con la sociedad anónima del carnaval y en este caso con Paco Medina y el Concejal Chano Franquis los cuales aportaron la actuación de la Orquesta Armonía Show, una comparsa y diferentes grupos del carnaval.

Ya teníamos casi todo listo de los contenidos del evento, nos faltaba el lugar. Pues viajecito a Madrid e indagar en la noche madrileña recalando en la que en ese momento era la discoteca de moda de la noche capitalina. Discoteca KU en la calle Princesa,1 era la sala ideal, varios pisos de altura, escenario y con espacios muy amplios, la negociación fue muy fluida y rápida llegando a un acuerdo muy ventajoso para ellos y nosotros, las consumiciones eran para ellos y las invitaciones las poníamos nosotros con productos de las islas, es decir coste cero.

Ahora había que tirar de agenda y contactos para conseguir intercambios publicitarios y la propuesta fué bien recibida. Angel Marrero a través de Vanyera cedió gratuitamente todo el catering típico (papas arrugadas, patas asadas, karajacas, etc…). Arehucas y Artemi cedieron el ron para las invitaciones. Berenice empresa que realizaba la iluminación del carnaval cedió todos los equipos de sonido para la actuación. Air Europa cedió todos los billetes de avión para trasladar a los participantes en el evento. Colorado Producciones cedió la actuación de Piedra Pomez. Embotelladora de Canarias gestionó para que nos cedieran Pepsi y su gama de productos con visibilidad en la fiesta. Nos cedieron Tabaco (coronas y kruger) ya que en aquella época se podia regalar. Y así poco a poco fuimos consiguiendo que todas las piezas encajaran.

Por aquella época el programa de cotilleos era «Que Me Dices» con Belinda Washington y Chapis, este último se brindó a presentar la gala con la Miss España 1993, Eugenia Santana. Recuerdo días antes del evento mandando faxes ya que el correo electrónico como que no era tan usado como en fechas actuales, a todas las agencias de noticias y programas de televisión con un listado provisional de los celebrities que asistirían a «Gran Canaria en Carnaval», incluso alguna mentírijilla calló con tal de tener el mayor numero de cámaras que pudieran conseguir mayor PR.

La creatividad de las invitaciones fué realizada por BSB y las impresiones en San Nicolas, recuerdo la tarde frenética de su impresión recogiendo la fotomecanica y realizando las pruebas de color, las cuales no fueron muy precisas en el resultado final, ya que utilizábamos una maquina nueva con satinado que hizo perder bastante colorido al resultado final. Con las invitaciones en la mano nos trasladamos a Madrid donde se repartieron los primeros días de fitur entre todos los asistentes al stand de las Islas Canarias en Ifema.

Había tres tipos de invitaciones, las negras llamadas «inVIPtación» que les invitaba al coctel y copas gratis, la roja que invitaba a una copa y las azules que daban acceso gratuito a la fiesta. Y llegó la hora abrir las puertas, había una cola impresionante en la puerta, que entre los skytrackers que iluminaban el cielo de Madrid hacia que el efecto llamada fuera aún mayor. Recuerdo que la comida duro un asalto, ya que el hambre parece que abundaba entre los asistentes. Las Patas asadas que habían sido cocinadas en el cercano Hotel Princesa entraban y salían sin que diera tiempo a ser cortadas.

Al final el aforo se completó y no pudo entrar nadie más a la sala, cosa que nos trajo algún que otro problema y disgusto. Pero la fiesta fué todo un éxito de convocatoria. Llego el momento y Piedra Pómez se subió al escenario y sacó las sonrisas de los isleños y la extrañeza de los peninsulares que no entendían nuestro humor, tras Paco y Greg, Chapis y Eugenia Santana se subieron al escenario, creo recordar algún discurso político y el posterior sorteo de los viajes a Gran Canaria. Muchos famosos como Pepe Navarro, presentador del momento con «Esta noche cruzamos el Mississippi» se acercaron a la fiesta la cual tuvo su correspondiente repercusión los días posteriores en los programas de televisión y prensa nacional y local.

Todo había acabado, una fiesta con mas de 3.000 personas gracias a muchos favores y solo 500.000 pesetas que sirvieron para pagar el hotel, algunos gastos y unas copas al día siguiente en un viaje improvisado a Sierra Nevada con unos amigos.

Una locura que no se volvió a realizar.

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